Tarta helada "sundae" de brownie con cerezas en almíbar





Después de una receta tan otoñal como el cheesecake de calabaza, os dejo una maravillosa tarta helada. Me resisto a clasificar los helados como postre de verano. Casualmente, como la de calabaza, también es una receta de Martha Stewart. Hacía varios años que la había visto en la portada de su revista y no me había olvidado de ella. Sabía que, antes o después, la haría. Solo faltaba esperar a la ocasión perfecta.






Y la ocasión llegó con una cena americana (USA) en casa de mi hermana. Ella no es tan cocinitas como yo y había invitado a sus amigas a lo que ella llamaba "una cena americana". Esto era básicamente perritos calientes y hamburguesas. Me dijo si le echaba una mano y le preparaba algún entrante, ensalada y postre. Yo dije que sí y ya me puse a pensar a lo grande. Al final cociné varios entrantes, varias ensaladas, algún plato de acompañamiento y algunos postres. Y, se me olvidaba, también un par de bebidas. El menú quedo así:

Brochetas de melones
Crudités con salsa rancho
Cornbread con crema de queso crema y mermelada de jalapeños
Bisque de langostinos
Potato salad
Hamburguesas
Perritos calientes
Tarta helada "sundae" con cerezas en almíbar



Algunas de las recetas están en el blog y otras las confeccioné por primera vez para este menú. Os dejo algunas fotos. No son muy buenas, pero con tanto lío me olvidé de sacar.
















No voy a engañaros. La tarta helada me llevó bastante trabajo. Principalmente porque hice yo los dos helados. En la receta de Martha Stewart usa helado comprado. Si no tenéis muchas ganas de trabajar, también podéis hacerlo. Seguro que el resultado es igual de espectacular. Otra cosa que hice yo fue preparar las cerezas en almíbar. Esto también lo podéis omitir. Eso sí, si vais a preparar todo, no escatiméis en el producto base y comprad fresas y cerezas de la mejor calidad. Se notará en el resultado final.





Por supuesto, en lugar de los dos sabores de helado que yo puse, se puede usar cualquier combinación de helados. Aunque, he de deciros, que con esta combinación el resultado es fantástico.

Una última cosa. Esta tarta se llama "sundae" porque, como dice en la Wikipedia, "el sundae es un postre de origen estadounidense que consiste en helado cubierto con una salsa dulce a base de almíbar o jarabe, decorado con nata montada y, generalmente, con frutos secos picados y cerezas". Como podéis adivinar, este postre es la versión en tarta de ese clásico plato de helado.

Con esta receta sale una tarta. Si queréis dos, sólo tenéis que doblar los ingredientes, como hice yo. Pensadlo bien. Prácticamente es el mismo trabajo hacer una tarta que dos y ¿no es estupendo tener una tarta helada riquísima esperando en el congelador para alguna ocasión especial?



Ingredientes
Cerezas en almíbar:
250 g de cerezas enteras
1/2 taza de azúcar blanquilla
Un palo de canela
Piel de nedio limón

Helado de fresa:
200 g de fresas
2 cucharadas de azúcar blanquilla
200 ml nata para montar (mínimo 35% m.g.)
200 g de leche condensada

Helado de vainilla:
200 ml nata para montar (mínimo 35% m.g.)
200 g de leche condensada
1/2 cucharadita de vainilla

Brownie:
120 g de chocolate tipo postras (mínimo 60% de cacao)
125 g de mantequilla a temperatura ambiente
Una taza de azúcar blanquilla
2/3 taza de harina de trigo
1/4 taza de cacao en polvo
1/2 cucharadita de sal
1/2 cucharadita de levadura tipo Royal
2 huevos
Una cucharadita de extracto de vainilla
80 ml de nata líquida


Para el montaje de la tarta:
1/2 taza de mantequilla de cacahuete
100 g  de frambuesas
200 ml nata montada
50 g cacahuetes tostados caramelizados




Preparamos las cerezas en almíbar, con medio kilo de cerezas con su rabito, siguiendo las indicaciones de la receta de peras en almíbar de este blog. Es decir, ponemos las cerezas al fuego en una cazuela, cubiertas de agua, con el azúcar, la canela y la piel de un limón. Cuando hierve, tapamos la cazuela y ponemos la temperatura al mínimo. No revolvemos para que no se suelten los palitos. Dejamos cocer media hora. Apagamos y dejamos las cerezas en la cazuela tapada hasta que enfríen. Las podemos conservar muchos días en la nevera.





Antes de preparar el helado de fresas, lavamos las fresas, las cortamos en trocitos y las dejamos reposar en la nevera, al menos dos horas, con el azúcar por encima.







Mientras tanto, empezamos a preparar el brownie. Es un brownie distinto a todos los que yo he hecho. Tiene una textura como de bizcocho de soletilla, la cuál es perfecta para la congelación, porque no queda nada duro.

Encendemos el horno a 175ºC.

Cubrimos una bandeja plana de horno de 60 cm con papel de hornear.

Derretimos el chocolate en una cazuela al baño maría. Cuando está derretido separamos del fuego. Siempre hay que tener la precaución de que no caiga ni una gota de agua en el chocolate. Se nos estropearía.





Batimos la mantequilla con el azúcar. 

Mientras tanto, mezclamos en una ensaladera la harina, con el cacao colado, la sal y la levadura.










Cuando la mantequilla y el azúcar están bien mezclados, de un color pálido, añadimos los huevos uno a uno.






Con la batidora a velocidad baja, añadimos la mezcla de cacao y harina en tres tandas. Alternativamente echamos la nata en dos veces. Es decir: harina-nata-harina-nata-harina.

Cuando la masa está homogénea, añadimos el chocolate derretido y seguimos batiendo.


















Ponemos la mezcla sobre la bandeja con papel de hornear y extendemos bien.








Horneamos unos 15 minutos, hasta que esté seco por arriba, pero aún un poco blandito.




Dejamos enfriar y procedemos a preparar los helados. Yo hice una mezcla común y, después, separé en dos. A una mitad le eché la vainilla y a la otra las fresas. La receta para el helado es la misma que en la receta de tarta helada de Oreo.

Batimos la nata muy fría. Cuando empiece a espesar, añadimos la leche condensada y batimos un poco más. Tiene que quedar espeso, pero sin pasarse, porque podría cortarse. Dividimos por la mitad. A una mitad, como dije, añadimos la vainilla. La otra mitad la batimos un poco más con las fresas que teníamos reservadas. Si no lo vamos a usar inmediatamente, metemos en la nevera.












Ya solo nos queda montar la tarta. Cogemos un molde alargado y cubrimos con papel film. Esto es imprescindible para poder desmoldar la tarta.

Cortamos el brownie en rectángulos de tamaño cada vez un poco mayor, para que encajen en el molde. Ponemos el molde sobre el brownie para calcular el tamaño antes de cortar. Colocamos el trozo más estrecho en el molde.










A continuación, echamos una capa de mantequilla de cacahuete.








Después, una capa de helado de vainilla y encima otra capa de brownie.




Sobre la segunda capa de brownie colocamos frambuesas picadas y el helado de fresa.







Cubrimos con la última capa brownie y metemos al congelador un mínimo de 6 horas. Se puede conservar durante semanas.






A la hora de servir, damos la vuelta sobre una fuente y retiramos el plástico. Cubrimos la parte de arriba con nata de manera irregular. Espolvoreamos con cacahuetes y decoramos con las cerezas.












Os habrá quedado una preciosidad como ésta.




Cortamos con un cuchillo grande mojado en agua. Colocamos cada trozo en plano con una cereza.









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