Necesitaba peras en almíbar para hacer una tarta de peras. Yo he sido siempre una bloguera solitaria, pero hace poco conocí un grupo de google + que se llama Trotamundos. Me encantó porque me pareció que en él había muchos blogueros que hacían cosas diferentes, más internacionales y eclécticos. Tienen un reto mensual y decidí participar. Ya os contaré más.
El caso es que, como os decía, necesitaba peras en almíbar. Pensé en hacer peras al vino, una especialidad que borda mi madre y que hace siempre en Navidades. Yo quería hacer la versión vegana de una clásica tarta francesa y no todos los veganos toman vino, así que decidí hacerlas en almíbar. Para darles un toque diferente, les puse cerezas pasas. Cualquier otra fruta pasa hubiera valido, pero esas fueron las primeras que encontré en mi despensa y me pareció que podían darles un punto interesante. Fue verdad. Estaban exquisitas.
Yo hice solo 8 peras pequeñas, que son las que tenían en casa. Había comprado un kilo para hacer la receta, pero cuando fui a cogerlas ya se habían comido algunas. Os recomiendo que hagáis más cantidad porque son muy ricas y se conservan bastante tiempo en la nevera.
Ingredientes:
8 peras pequeñas
Una taza de azúcar moreno
2 palos de canela
3 o 4 estrellas de anís
½ taza de cerezas pasas (o cualquier otra fruta pasa)
Pelamos las peras. Las dejamos enteras con el rabito. Colocamos en una cazuela pequeña.
Añadimos el resto de los ingredientes. Cubrimos con agua.
Ponemos al fuego. Cuando hierve, tapamos la cazuela y bajamos la temperatura al mínimo. Yo las dejé cocer media hora, pero después las dejé dos o tres horas sin fuego con la cazuela tapada. Si las necesitáis inmediatamente, dejadlas cocer entre 45 minutos y una hora. Si las peras son medianas o grandes, necesitaran otra media hora más. Retiramos la canela y el anís y guardamos en la nevera.
Servimos tibias o frías, según el gusto.
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