Cheesecake de pistacho (tarta de queso "tipo La Viña" de pistacho en versión mini y normal)





Las personas que seguís el blog desde el principio ya sabéis de mi afición por el cheesecake y las tartas de queso. Tengo una sección dedicada a ellas. Aunque yo siempre fui del NY Cheesecake, ahora me he aficionado a las tipo La Viña. Las hago continuamente, pero ya sólo las publico en Instagram. Me gusta introducir variaciones en los tipos de queso, tiempos de horneado... Pero tengo una receta base que siempre me funciona. Creo que esta receta coge lo mejor de los dos estilos, NY y La Viña. 

Mi receta base es: 100 gr de queso Philadelphia, 100 ml de nata para montar, 30-40 gr de azucar, un huevo y una cucharadita de harina. La multiplico por el tamaño que quiero y ya está.

Siempre he estado en contra de las tartas de queso horneadas de sabores, me parecía que se perdía algo, pero estas navidades me volví loca con ellas. Hice distintas versiones mini, las congelaba y las servía variadas. Me resultaron exquisitas. Las que más me gustaron fueron la de pistacho y la de roscón. Aquí os dejo la receta de la de pistacho.

Yo conseguí una mantequilla de pistacho muy buena, natural, 100% de pistacho. A veces no es fácil conseguirla. Si no la encontráis, os animo a que probéis las que hay en Mercadona y Carrefour de pistacho y cacahuete.



Hice una tarta mediana y tres mini. Para ello usé un molde de 20 cm de diámetro por 10 cm de alto y 3 moldes 12 cm diámetro. Se puede usar solo el molde grande y llenarlo hasta arriba (pero nosotros solo éramos cuatro). O usar dos moldes algo más pequeños (de 18 cm por ejemplo). A mí me gusta hacer algunos pequeños para congelar y tener para un capricho. También podéis poner sólo la mitad de ingredientes y hacer una mediana.






Ingredientes:

600 gr de queso Philadelphia

500 ml de nata líquida para montar (mínimo 35% de materia grasa)

175 gr de mantequilla pistacho 100%

175 gr azúcar

Una cucharada de harina de trigo normal 

4 huevos


Encendemos el horno a 200ºC.

Vamos añadiendo los ingredientes y batiendo, hasta que está incorporado cada uno a la mezcla, en el orden en el que aparecen en la receta. Los huevos de uno en uno.







Forramos los moldes con papel de hornear arrugado y rellenamos con la mezcla.




Horneamos a 200º 20 minutos las pequeñas. La grande 25 minutos a 200º y 15 minutos a 175º. Podemos comprobar con un palillo que está cuajada. Aunque la notemos un poco temblorosa, se solidifica al enfriar.

A mí no me gustan mucho las tartas de queso líquidas. Quien la prefiera menos hecha, puede apagar el horno los últimos 10 minutos y dejar la tarta dentro del horno el mismo tiempo (pero esos 10 minutos solo con el calor residual), así quedará cremosa y no tan cuajada.

Conservamos en la nevera. Está más rica hecha el día anterior.
















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