He estado intentando averiguar el origen de esta ensalada de pepino. No me he aclarado mucho. Recetas parecidas hay en el norte de Europa. Lo cierto es que nunca he visto comer tanto pepino como en Dinamarca, Suecia y Rusia.
A finales de la década de los 80 estuve en Moscú, con mis amigos Patricio y Guada, en una excursión de la Consejería de la Juventud. Eran los últimos años de la presidencia de Gorbachov, cuando ya se estaba liberalizando la economía. Las tiendas estaban completamente desabastecidas. Nos alojábamos en una residencia de altos cargos del partido y, aún allí, la comida era escasa. Nos daban pepinos todo el tiempo. También mucho kéfir. Incluso algún día que nos dieron bolsa de “picnic”, para no tener que regresar a comer, nos dieron un pepino entero en la bolsa.
Pues lo del pepino en la bolsa lo volví a ver, hace diez años, en un Congreso en Lund (Suecia). Había la opción de comprar bonos para el “lunch” (la comida). El “lunch” resultó ser una bolsita de papel con comida y, uno de los días, había un trozo de pepino y poco más. En ese mismo viaje, en Suecia y en Dinamarca, nos daban pepino todo el tiempo (crudo, en ensalada o encurtido). Hasta en el desayuno del hotel nos ponían pepino.
He leído que el origen de esta ensalada, de pepino y cebolla marinados, es danés, pero no lo puedo asegurar. Lo que sí he confirmado es que se prepara en los Estados Unidos desde el siglo XIX. De hecho, una bastante parecida aparece publicada en el libro de 1894 Recipes Tried and True, editado por “Ladies' Aid Society of the First Presbyterian Church”, Marion, Ohio.
Esta ensalada es básicamente pepino marinado. Así que está mejor hecha con unas horas de antelación. Incluso está mejor al día siguiente. Se conserva en la nevera hasta cinco o seis días (he leído, pero no comprobado porque nunca me ha durado tanto).
Es muy refrescante y un excelente acompañamiento para otros platos de comida norteamericana, como el meatloaf (pastel de carne), las alitas de pollo al estilo de Buffalo o las costillas en salsa barbacoa.
Ingredientes:
3 pepinos medianos
3 cebolletas pequeñas (o una cebolla pequeña o dos chalotas)
½ taza de vinagre (mejor blanco) o zumo de limón
4 cucharadas de azúcar (que puede ser moreno o sirope de agave)
½ taza de semillas de sésamo
Lavamos bien los pepinos y los cortamos en rodajas finitas.
Cortamos también la parte blanca de las cebolletas en rodajas finas.
Mezclamos los pepinos con las cebolletas y separamos las rodajas de las cebolletas en aros.
Cortamos también la parte blanca de las cebolletas en rodajas finas.
Mezclamos los pepinos con las cebolletas y separamos las rodajas de las cebolletas en aros.
Mezclamos el vinagre, el azúcar y las semillas de sésamo.
Echamos la salsa por encima de los vegetales.
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