Haydée y un par de sitios más de Tenerife (San Sebastián 57 y El Aguarde): Los hermanos Suárez irrumpen en el Valle






Desde que volví a Tenerife, tras unos meses de estancia en Barcelona, tenía ganas de empezar una guía gastronómica de la isla (similar a la que estoy haciendo de mis sitios de Barcelona). Así que, nada más llegar, fuimos a algunos de nuestros restaurantes favoritos (especialmente asiáticos), pero no me convencía ninguno para ser el primero de esta lista. La verdad es que quería un sitio del nivel de los que había estado reseñando y, aunque me guste comer en ellos, me parecía que no daban la talla. 

Me apetecía algo muy especial, como mi trío de ases (Alvart, Sergi de Meia y La Esquina). Así que, con la ayuda de TripAdvisor y Google maps, me puse a buscar sitios nuevos. No me gusta ir a restaurantes el fin de semana, así que decidimos en casa que comeríamos fuera algunos viernes. La experiencia ha sido muy buena, porque hemos tenido tres de tres aciertos, aunque el tercero es el que me dejó totalmente impactada. Pero bueno, antes de llegar a él, os voy a hablar de los otros dos que también merecen la pena.

Por recomendación de mi peluquero, Juan Castañeda, fui a San Sebastián 57. Este es un nuevo restaurante en la calle San Sebastián de Santa Cruz. Un sitio muy bien puesto, con una decoración sobria y elegante. Los dueños tienen El gusto por el vino, un sitio de tapas en el Mercado Nuestra Señora de África, allí al lado, que ya conocía y me encantaba. También tienen la vinoteca que comparte local con el restaurante.





En San Sebastián 57 pedimos el menú ejecutivo de 22 euros. A mí me parecía que tenía un montón de platos, pregunté si había que elegir y me dijeron que no, que eran todos. Me explicaron que eran pequeños, como de degustación. Nada de eso, son platos completos. Sé que suena raro, que la gente se suele quejar de lo contrario, pero a mí me pareció demasiada comida. Será un menú ejecutivo para ejecutivos que no trabajen por la tarde o para altos cargos que se echen una siesta...





Tuve la impresión de que era un sitio frecuentado por políticos. Hasta apareció a comer el anterior presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero. Fue recibido como un habitual de la casa.

En cualquier caso, casi todo estaba bastante bueno y bien servido. La excepción fue el arroz negro, que para mí estaba malísimo y ninguno de nosotros comimos. Ni la textura, ni el sabor ni el color eran los correctos (a mi entender).




Otras cosas, en cambio, estaban deliciosas.








Ulises pidió a la carta y le encantó todo lo que trajeron. El salmón ahumado al momento venía con el humo en campana.




En nuestra segunda aventura gastronómica fuimos a El Aguarde. Lleva abierto desde 2009 y no lo conocía ni había oído hablar de él. Me da pena esto, porque me parece el típico restaurante para ir de vez en cuando. Tiene lo que le pido a un restaurante: buen producto bien elaborado y una decoración y ambiente agradable. Aquí, al menos ese día, el público era más familiar que en el San Sebastián 57. Ya os dije que era viernes al mediodía. Había familias con niños, pero no de los que montan bulla, sino de los que, como Ulises, disfrutan de la comida. Algunos platos memorables, y que ya tengo ganas de volver para pedirlos de nuevo, como las croquetas de langostinos, el queso en salmorejo o la lengua estofada.







Pero la mayor sorpresa estaba todavía por llegar. Cuando puse una foto en Instagram de la comida de El Aguarde, una persona de la página tastywaytenerife me preguntó qué tal la experiencia. Nos pusimos a hablar y terminó recomendándome cuatro sitios. Uno de ellos era San Sebastián 57 y los otros tres parecían muy interesantes. Me llamó especialmente la atención uno, el Haydée. Llevaba sólo un mes abierto, eran dos hermanos (hermano y hermana) muy jóvenes, él había estado trabajando con Martín Berasategui (en el M.B. del Hotel Abama con dos estrellas Michelin) y ella se había formado como chef pastelera en Le Cordon Bleu (la celebre escuela francesa). Además, estaba muy cerca de mi casa, en La Orotava. Decidí reservar ya para el día siguiente, que era viernes casualmente. En su página de Facebook vi que el propio Martín Berasategui había acudido a comer el día de la inauguración. Buen presagio.

Que queréis que os diga, iba con un poco de miedo porque tenía grandes expectativas y temía llevarme una decepción. Pues, para nada. El sitio era todo lo bueno que me podía haber imaginado, e incluso más. El local es muy bonito, tres casas pequeñas juntas (por eso alguno de los restaurantes que hubo allí antes se llamaba Las 3 casitas) en una finca del Valle de La Orotava.  Los hermanos (Víctor y Laura) resultaron ser encantadores, así como el resto del servicio (camareros y jefa de sala). La comida toda buenísima y muy bien elaborada y presentada. Realmente nos impresionó. El publico no estaba claramente definido, aunque se veían algunos extranjeros. Como lo descubran pronto, no va a haber forma de conseguir una reserva.

Por si fuera poco, al acabar, Víctor se ofreció a enseñarnos su huerta, de donde salen las verduras que sirve. También nos mostró su huerto de hierbas aromáticas, una preciosidad. Nos dijo que estaba terminando de elaborar un licor de ruda, que serviría al final de las comidas. Junto al huerto de hierbas va a abrir pronto una terraza "chill out". Victor, al que no dije que pensaba escribir una reseña, nos habló de sus ilusiones, de su abuela Haydée (que da nombre al restaurante) y de su abuela Lala (vecina nuestra en La Orotava).




Os voy a enseñar lo que comimos, para poneros los dientes largos.

Primero nos trajeron el pan con mantequillas, todo hecho por ellos mismos. El pan de tomate sencillamene espectacular. Las mantequillas todas muy ricas y con una presentación preciosa.







Las croquetas de jamón ibérica y la ensalada de langostinos tenían una textura perfecta y un rebozado crujiente.







Dudamos si pedir el carpaccio de cochino negro. Teníamos miedo de que fuera muy fuerte, pero resulto ser muy delicado. El toque de manzana le iba de maravilla.







De segundos tomamos el risotto de gambas, las carrilleras (que parece que están de moda en la isla) y las costillas confitadas. Todo muy bien preparado, aunque creo que lo mejor el risotto de gambas (que fue lo que pedí yo). Creo que es el risotto más rico que he tomado nunca.






El risotto venía con un crujiente de queso colocado en vertical, pero, cuando sacaba la foto a otro plato, le di un codazo. Como se humedeció, ya no fui capaz de volverlo a poner en pie. Gajes del oficio.





Yo tenía la idea de quedarme con un poco de hambre para poder disfrutar de los postres (que había leído que eran tan buenos). No fue así, estaba bastante llena. Pese a eso, no me pude resistir y pedimos dos postres para los tres, torrija infusionada en cítricos con helado de avellana y tierra de almendra salada y chocolate en texturas, canela y coco.




De la torrija infusionada en cítricos nos dijeron que era muy grande. Pero se quedaron cortos, era de un tamaño descomunal. Nos dijo Laura (la chef pastelera) que está pensada para compartir, pero no para compartir entre dos, sino yo creo que entre cuatro. En cualquier caso, estaba tan rica que nos la comimos entera. Eso sí, por la tarde nos dimos una buena caminata.




Los chocolates en texturas también estaban muy buenos. Es otra excelente opción para compartir, ya que vienen en porciones. Nos trajeron también unas sorprendentes esferificaciones de arroz con leche. Nos dijeron que las mezcláramos con las texturas de chocolate, pero yo creo que es mejor tomarlas solas y que exploten en la boca.








No os podéis imaginar lo contenta que estoy de tener un sitio así cerca de casa. De precio está muy bien. Yo le dije a Víctor que habría que ir antes de que subiera los precios y me dijo que esa no era su idea.





Pues, ya sabéis, si estáis por el Valle, no dejéis de visitar el Haydée. Justamente estos días se celebran las fiestas de La Orotava, así que podéis aprovechar.




Entre los actos más destacados, hoy jueves podéis ver las alfombras que se realizan en la octava del Corpus (una semana desde el día del Corpus Christi), una con arenas del Teide en la Plaza del Ayuntamiento y muchas de flores por las calles, mañana viernes por la noche es el baile de Magos (una verbena gigante con toda la gente vestida con el traje típico) y el domingo es la romería, donde participan cientos de carretas y miles de personas. A Ulises siempre le ha gustado ir en una carreta. Aquí os dejo unas fotos, de hace cuatro años, participando en la fiesta.








Y, si vais de romería, no os olvidéis de llevar unos rosquetes (como los buñuelos duros del festín).









Tasca Restaurante Haydée
Camino del Torreón bajo, 82
38314 La Orotava
Santa Cruz de Tenerife






San Sebastián 57
Av. de San Sebastián, 57
38005 Santa Cruz de Tenerife





Restaurante El Aguarde
Calle Costa y Grijalba, 21
38004 Santa Cruz de Tenerife

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