Pastelón de jamón york y bechamel (Aperitivos fáciles de hojaldre 3/3)




Sigo sin terminar de coger el ritmo de publicaciones en el blog. Y no porque esté de vacaciones. Al contrario, tengo un montón de temas de trabajo pendientes. ¡Qué ganas de estar tumbadita en una sombrilla tomando el sol!

Los aperitivos de hojaldre tenían que haber ido muy seguidos y, aquí están, con un goteo semanal. Menos mal que está receta ya es la tercera. Y esperan varios platos en la recamara pendientes de publicar. Os los voy a decir, para ir abriendo boca. Vamos a tener un colaborador nuevo, que nos ha hecho unas manitas de cerdo en salsa vizcaína. Ulises, por fin, ha vuelto a la cocina con unas albóndigas con sepia que están de rechupete. Como veis va de comida tradicional, así que yo os he preparado empanada de bacalao, arroz con leche y flan. Además de unas galletas decoradas de inspiración náutica. Poco a poco irán saliendo todas publicadas, espero que más pronto que tarde. 

Pues nada, paso a explicaros cómo se hace el pastelón. En muchas partes de Galicia se llaman así las empanadas hechas de hojaldre. Creo que guarda relación con lo que, en otros sitios, se llama pastela (como la pastela de pato en confit). Esta, en concreto, está inspirada en una que mi prima Victoria nos solía servir (de una pastelería local) cuando íbamos a comer a su casa, en el Rojal. Siempre le pedíamos que la tuviera porque nos encantaba a todos.



Ingredientes:
1/2 litro de leche
50 g de harina
50 g de mantequilla
1/2 cucharadita de nuez moscada
1/2 cucharadita de sal
Dos laminas de hojaldre fresco
200 g de jamón york



En primer lugar, yo preparé la bechamel en la thermomix, poniendo la leche, la harina, la mantequilla, la nuez moscada y la sal en el vaso y programando 7 minutos, a temperatura 90 y velocidad 4. Si queréis hacer la bechamel a mano, podéis seguir las instrucciones que doy en la receta de cardos con bechamel, usando estos mismos ingredientes (poniendo la mantequilla derretida en lugar del aceite).

Una vez que tenemos la bechamel hecha, reservamos.

Encendemos el horno a 200º C, sin gratinador.

Extendemos una base de hojaldre. Si queremos, podemos marcar un dibujo. Yo lo hice con un molde que tengo, pero lo podéis hacer con un cuchillo, con cuidado de no cortar totalmente el hojaldre. El dibujo no es necesario, pero queda bonito.







Si hacemos el dibujo, guardamos esa base en la nevera para que se mantenga bien fría.

Colocamos las lonchas de jamón york encima de la otra base de hojaldre, dejando alrededor un borde de, aproximadamente, un centímetro.

Echamos por encima la bechamel, con cuidado de que no se nos desborde. Es importante que la bechamel no esté caliente, porque estaría demasiado líquida. Lo ideal es que esté tibia.






Yo hice dos empanadas, por eso veis que me sobra mucha bechamel.




Sacamos de la nevera la capa superior y la colocamos. Si la doblamos al medio nos resulta más fácil.




Cerramos el borde con un tenedor.




Pintamos con huevo batido.




Horneamos hasta que esté bien dorada, entre 20 minutos y media hora. Podemos comer caliente o fría.






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