“Salsa de queso” para nachos sin queso ni lácteos





Hay una página web que visito de vez en cuando. Es de una canadiense. Se llama “Healthful Pursuit” y ofrece recetas apetitosas para las personas con alergias alimentarias. Tiene recetas sin frutos secos, sin lácteos, sin gluten, etc. Hace un poco publicó una crema de queso con una pinta buenísima. 

A mi hijo le encantan los nachos con queso, pero últimamente no puede tomar lácteos, así que decidí probar. La receta original llevaba anacardos naturales, calabaza y levadura nutricional en copos. Fue
fácil conseguir la calabaza y los anacardos, pero no la levadura. En un herbolario de La Orotava dijeron que me la podían conseguir. Al día siguiente me traerían un bote de 600 g, que costaba 30€. Evidentemente, dije que mejor que no. Decidí hacerla sin la levadura. Además, no me gustan los alimentos muy procesados y me tenía una pinta un poco rara.

Los anacardos hay que tenerlos, al menos, 12 horas en agua. Total, que cuando fui a preparar la crema, me di cuenta de que la calabaza se había estropeado. Como no me desanimo fácilmente, la preparé sin dos de sus ingredientes básicos. A mí me gustó el resultado y mi hijo se la comió con sus nachos. Y creo que sin calabaza se podrá conservar más tiempo en la nevera, si es que sobra algo.


Ingredientes:
150 g anacardos naturales (sin tostar y sin sal)
½ cucharadita de mostaza
Zumo de ½ limón
½  cucharadita de ajo en escamas (o en polvo)
½ cucharadita de cebolla en escamas (o en polvo)
3 cucharaditas de cúrcuma
Una pizquita de pimentón picante
Otra pizquita de pimienta molida
Sal al gusto
2 cucharadas de aceite de oliva suave 
4 cucharadas de leche de soja (o de avena)
2 cucharadas (aproximadamente) de agua




Ponemos los anacardos en agua y metemos en la nevera, al menos 12 horas.

Pasado ese tiempo, escurrimos los anacardos.




Los ponemos, en un robot o picador, con la mostaza, el zumo de limón, la cebolla, el ajo, la cúrcuma, el pimentón y la sal. 




Picamos. 





Añadimos el aceite y la leche de soja. Seguimos moliendo hasta que esté muy finito, añadiendo el agua necesaria, poco a poco para no pasarnos.




Yo primero la dejé un poco gordita, pero después la molí completamente. 




Se puede hacer cómo nos guste más. Con nachos está buenísima.








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