De tapas en Barcelona (La Volátil, Roca Bar, Arume, Atapa-it, Llamber, La Paisana, La Bodegueta Provença, El Nacional, Fábrica Moritz, Irati, Orio BCN Gòtic, El Nou de Granados y La Cholita): Buen producto en tamaño mini








En Barcelona hay muchos sitios de tapas y, en general, los locales más bonitos las sirven pequeñas y caras. Estos de los que voy a hablan no son excepciones, pero tiene muchas cosas que nos gustan. Son sitios acogedores, montados con mucho estilo. El personal es amable y el producto de primera. Así que, sabiendo que no vais a salir muy llenos, cualquiera de ellos es una buena elección. Estupendos para pasar un rato agradable y de charla. Además (¡atentos a esto!), muchos de ellos sirven menú de mediodía a un precio más que recomendable, manteniendo los mismos estándares de calidad. En otra entrada ya os hablé de La Pepita, un sitio muy famoso de tapeo. Pero hay muchos otros interesantes.






Tenéis que perdonarme por algunas de las fotos. Están hechas de noche, en sitios con mala iluminación y con el móvil, así que la calidad es pésima. Además, de algún sitio no tengo apenas fotos porque las borré por descuido.

Me gustaría empezar por La Volátil, nuestro sitio favorito de tapeo en Barcelona. Está en la Calle Muntaner, muy cerca de la Plaza de la Universidad. Lo encontramos por casualidad. Habíamos pasado por delante muchas veces y no nos habíamos fijado. Fuimos un día a cenar al restaurante chino Cuina Deu (otro de nuestros favoritos) y nos lo encontramos cerrado. Vimos este local a su lado y entramos. Nos gustó a primera vista. Tuvimos la suerte de conseguir una mesa. Fue realmente una suerte. Nunca más volvimos a conseguir mesa sin reserva (y otras veces tampoco la conseguimos llamando antes). Creo que si no hubiese sido así, no habríamos vuelto. Aunque era bonito, pensábamos que sería un sitio más. Todo está muy rico. La verdad es que no sabría qué recomendaros. Todo lo que pedimos nos gustó, excepto las bravas (que, sin estar malas, no estuvieron a la altura del local). Para nosotros, lo mejor el vermut, el vino y los quesos.














Cada vez que hemos estado era diferente la selección de quesos en la tabla y todos espectaculares. Son quesos catalanes afinados. Solo por ellos, vale la pena visitar este local. Nosotros somos muy aficionados al queso (especialmente Ulises) y muchas veces las tablas de queso nos sirven para marcar la diferencia entre un sitio y otro. En nuestros adorados Alvart y Sergi de Meiá las tablas de queso son muy buenas. Tampoco están mal en el Hisop o el Caelis. En cambio fue una decepción total la que nos sirvieron en el Roca Bar (el "low cost" de los hermanos Roca). Allí nos pusieron quesos que puedes comprar en el supermercado y no estaban, ni siquiera, ordenados para la degustación. Aunque también hay que decir que fueron extremadamente amables. Ellos recomendaron a Ulises la tabla de quesos. Al preguntarle después qué tal los quesos, yo les dije que solo le había gustado uno catalán (no recuerdo ahora exactamente cuál era). Se ofrecieron a traerle más y volvieron con una ración completa (gratis) de ese.







A mí me gustó bastante el Roca Bar, pero fue un poco decepcionante. Me esperaba más, ya que los hermanos Roca prestan su nombre. Ya sabéis que soy fan de ellos y de su madre. En este blog hay dos recetas de ellos, los canelones de fiesta mayor y el guiso de sepia. Quizás si no hubiésemos tenido tanta expectativas... El bar restaurante es precioso, muy funcional, en el lobby del hotel Omm (hotel de lujo en el centro de Barcelona). El ambiente al mediodía muy agradable. Público variado (desde ejecutivos hasta turistas), algunos trabajando en el ordenador. Es un sitio como para pasar horas. Me gustaría ir una tarde a tomarme un helado de Rocambolesc (la heladería de Jordi Roca, el pequeño de los Roca).

Los platos desiguales. Las croquetas muy ricas, el roast beef también, pero el pollo tandoori realmente seco. Habíamos pedido un Rocadillo de pollo al curry y se equivocaron. Creo que el bocadillo nos hubiera gustado más. Nos quedamos con ganas de probar uno.




















Volviendo a los quesos (tema recurrente junto a las croquetas de jamón), también hay sitios donde te ponen quesos ricos, pero no te saben explicar de donde son. Esto nos pasó en el Arume. Pedimos una tabla de quesos gallegos y había uno azul. Al preguntar, el camarero dijo que no era gallego. Después de insistir, otra camarera dijo que sí era gallego y nos explicó que era el único queso azul que se hace en Galicia, de Orense. Un auténtico hallazgo. 

Es una pena cuando los restaurantes tienen buena comida, pero les falla el servicio. Esa fue nuestra sensación en el Arume. Este no es propiamente un sitio de tapeo, porque tienen también platos principales, pero yo creo que es mejor para ir así. Tienen unos entrantes muy buenos, como los tacos de zorza o el pulpo crujiente, pero fallan (en mi opinión) en los segundos. El Arume es un sitio con mucho encanto, pero que quizás se está dirigiendo demasiado hacia el turismo. El cocinero es de mi pueblo, Sada, y está triunfando en Barcelona. A mi sobrino Julio le encanta este restaurante. Está situado en pleno Raval, en la casa donde nació Manuel Vázquez Montalbán.












Hay un sitio en el que sólo estuvimos una vez, pero nos quedaron ganas de volver. Se llama Atapa-it. En realidad fuimos a comer su maravilloso menú de mediodía. Creo que a 10.90 € es imbatible. Yo lo calificaría como el más barato de los menús de mediodía buenos de Barcelona. Además, tienen una opción de menús de tapas para compartir mediodía y noche todos los días. 

Ulises decidió comer tapas, y estaban muy buenas. Las croquetas de jamón creo que son las mejores que hemos tomado en Barcelona (y hemos probado muchísimas). Os lo recomiendo vivamente. Comer a la carta sale más caro que con un menú cerrado, pero sigue siendo una opción bastante asequible. Está en la calle Muntaner, como La Volátil, pero más arriba, cerca ya de la Diagonal.











Con Llamber nos pasó lo mismo que con el Atapa-it. Fuimos a comer su menú de mediodía. Lo que pasa es que, en este caso, el menú de mediodía está compuesto de tapas. Como muchas otras veces, Ulises decidió que prefería él pedir otras tapas que tomar el menú. En cuanto a precio, fue mejor la opción de menú. Las tapas eran todas geniales. El menú un poco escaso como comida de mediodía, aún así vale la pena. Nosotros quedamos con un poco de hambre, eso que lo completamos con unas patatas bravas. Si vais no os las podéis perder, distintas a todas las demás. Una auténtica explosión de sabor en la boca. 


























Otro sitio que tiene un menú del que había oído hablar es La Paisana de Casa Gracia. Lo tengo en la lista de pendientes, pero nunca me viene bien porque está en el Barrio de Gracia (y no suelo estar por allí al mediodía). Bueno, tampoco me parece una excusa. Está prácticamente en Diagonal con Paseo de Gracia y podría haber ido, pero no coincidió. El caso es que, como tenía ganas de conocerlo, fuimos un día a la hora de la cena en plan tapas. Nos encantó. Yo no tenía mucha hambre así que comí una parrillada de verduras. Muy bien hecha. Ya os hablé en otra entrada del local (concretamente en la crónica de Sergi de Meià), porque tiene unos baños un tanto siniestros. La decoración del restaurante es, en cambio, preciosa y más convencional.






















La Bodegueta Provença es un sitio al que solíamos ir antes, cuando aún no habíamos descubierto todo lo que Barcelona podía ofrecernos en materia gastronómica (y cuando teníamos más problemas de movilidad). Es un sitio muy agradable con un picoteo muy rico y con un personal extremadamente amable. De vez en cuando, todavía nos dejamos caer por allí para tomar unos chopitos, pulpo a la plancha o algún arroz. Me encanta su surtido de cocas de postre. Los propietarios son los mismos que los de otro local, llamado La Bodegueta, en Rambla de Cataluña.













Hay un sitio que se ha hecho extremadamente popular. Aparece en todas las guías y, a veces, hasta hay cola para entrar. Se llama El Nacional y es un conjunto de restaurantes con apariencia de mercado modernista. Hay de distintos tipos: brasseria, de ostras, etc. Nosotros estuvimos en el de tapas. Fuimos a una hora de poca gente y, la verdad, nos fue bastante bien. Todo lo que probamos nos gustó. A destacar las albóndigas con sepia (receta que copió Ulises para este blog). Los precios un poco elevados, más que nada porque las raciones son muy pequeñas. Aunque esa es la tónica general de los sitios que estoy reseñando, por eso lo titulo "Buen producto a tamaño mini". De todos modos, quizás en El Nacional esto sea aún más exagerado. En cualquier caso, vale la pena darse una vuelta por allí para ver el local (ojo, también los baños). Está en pleno Paseo de Gracia, cerca de la Gran Vía.




















Otro de estos sitios de moda es la Fábrica Moritz. Una antigua fábrica de cerveza en el Barrio de San Antoni convertida en macro local. Agrupa una tienda de objetos curiosos y varios restaurantes (algunos muy lujosos). En la zona central tiene un lugar de tapeo. Siempre está a tope. Lo que sirven está bueno y no está mal de precio, pero para mi gusto está demasiado masificado. En cualquier caso, os digo como con El Nacional, sólo por ver el local se merece una visita (aunque este es considerablemente más barato).



















Nuestro último descubrimiento ha sido el Orio, una taberna vasca. Cenamos una noche en el Irati. Tenían una barra de pinchos fantástica. El problema es que eran para tomar de pie y a nosotros nos gusta cenar sentados. Nos dijeron que tenían otro local allí cerca, el Orio de la calle Ferrán, donde sí había para sentarse. Ese día tomamos una vaca vieja gallega estupenda. Al día siguiente decidimos probar el Orio. Nos encantó. Todos los pinchos riquísimos, tanto los fríos como los calientes. Una recomendación de mi sobrino Julio que yo probé y está genial: el de ensalada de cangrejo con huevo. En los calientes, Ulises y yo os recomendamos la croqueta de gambas. Un sitio para tener muy en cuenta. Además, muy importante, reservan mesa para cenar de pinchos. 
















¿Os quedáis con ganas de más sitios? Pues os doy otros dos. 

Primero, El Nou de Granados. El restaurante de uno de nuestros menús de mediodía de cabecera. Increíble la calidad y el servicio de un menú a 12.95 €. Nunca hemos ido a comer tapas, pero doy por hecho que está todo genial.











Segundo, La Cholita. Platos sorprendentes muy bien servidos y a buen precio. El inconveniente, que está muy poco céntrico y no es fácil llegar con transporte público ni coger un taxi. Otro inconveniente es que es pequeño. Pese a todo, si os pilla por la zona y podéis conseguir mesa, no os lo perdáis. Nos gustó todo, excepto el cordero (que es de Nueva Zelanda y lo sirven poco hecho). 






Y, ya sabéis, si os quedáis con hambre, siempre podréis tomar un bocadillo de jamón ibérico en el Viena. Declarado, por Mark Bitton en el New York Times, el mejor bocadillo del mundo.










También en versión mini, ideal para tomar con el café.










La Volátil
Carrer de Muntaner, 6
08011 Barcelona

Roca Bar
Hotel Omm, Carrer del Roselló, 265
08008 Barcelona

Arume
Carrer Botella, 11-13
08001 Barcelona

Atapa-it
Carrer de Muntaner, 146
08036 Barcelona

Llamber
Carrer de la Fusina, 5
08003 Barcelona

La Paisana
Passeig de Gràcia, 116
08008 Barcelona

La Bodegueta Provença
Provença, 233
08008 Barcelona

El Nacional
Passeig de Gràcia, 24 Bis
08007 Barcelona

Fábrica Moritz
Ronda de Sant Antoni, 39 - 41
08011 Barcelona

Irati
Carrer del Cardenal Casañas, 17
08002 Barcelona

Orio BCN Gótic
Carrer de Ferran, 38
08002 Barcelona

El Nou de Granados
Carrer d'Enric Granados, 9
08007 Barcelona,

La Cholita
Carrer de Felip II, 244
08016 Barcelona

Viena
Rambla dels Estudis, 115
08002 Barcelona




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