Bacalao al horno con papas "a murro" (Receta fusión canario-portuguesa)






Me encanta el bacalao, así que, cuando vi un trozo grueso y grande de bacalao de Islandia, no lo dude y lo compré. Estaba congelado y desalado. Ahora lo venden mucho así y, la verdad, es muy cómodo para preparar. Cada día estoy más vaga...

Me daba pena cortar la pieza para hacerlo al pil-pil. Para una vez que tenía un trozo tan grande, mejor hacerlo entero. Me acorde de que tenía un libro de cocina portuguesa que me habían regalado con El País. Nadie cocina el bacalao como los portugueses. Siempre que voy allí, me gusta comerlo, como os cuento en la receta de bacalhau dourado.





En este librito de recetas hubo una que me llamó inmediatamente la atención. Era de bacalao asado al carbón. Yo no tenía carbón y pensé asarlo a la piedra. Pero, inexplicablemente, no encontré mi piedra de asar (que es enorme), por lo que acabé haciéndolo en el horno. Fue buena idea porque así resultó todo más simple y el resultado fue excelente.




En la receta que consulté, lo acompañan de papatas "a murro". Murro en portugués quiere decir golpe. Este es una preparación muy característica de Portugal, como podéis ver, por ejemplo, en el blog de Luisa Alexandra. Se cuecen unas patatas pequeñas (tipo patatas nuevas), se les da un golpe, se sazonan con sal, aceite y especias y se meten al horno a dorar.

Yo decidí hacer una variación. Como tenía unas papas bonitas, de las que se usan en Canarias para arrugar, las preparé como si fuese a hacer papas arrugadas. Una vez hechas, en lugar de arrugarlas (para lo que se vuelven a poner al fuego sin agua), las aplasté y las metí al horno. Eso sí, no las sazoné, porque este tipo de patatas son tan ricas que no necesitan nada más. Ni siquiera les eché aceite por encima.





Ingredientes:

Un lomo de bacalao desalado (de 1 kg a 1,5 kg)
500 g de papas bonitas (o de cualquier patata pequeña)
100 g de sal gruesa
9-10 dientes de ajo
Una cucharada de granos de pimienta negra
Aceite de oliva virgen





Encendemos el horno a 250º C, sin gratinador.

Lavamos bien las patatas. Las ponemos en una cazuela, echamos la sal y cubrimos de agua. Ponemos al fuego tapadas y dejamos hacer a fuego lento una media hora (dependerá del tamaño de las patatas).








Ponemos un par de cucharadas de aceite en una fuente de horno y colocamos el bacalao.  Lo metemos al horno una media hora (dependerá del grosor de la pieza).








Pelamos los ajos y los partimos al medio longitudinalmente, retirando la parte central.




Retiramos las patatas del fuego y escrurrimos el agua.






Con ayuda de un rodillo, las aplastamos una a una.










Sacamos el bacalao del horno, las colocamos alrededor y volvemos a meter al horno unos 10-15 minutos. Si queremos, podemos aderezar las patatas con sal, aceite y especias. Yo no lo hice.






Mientras tanto, aplastamos en un mortero un poco los granos de pimienta. Ponemos en una sartén al fuego 4 o 5 cucharadas de aceite. Echamos la pimienta y el ajo. Cuando el ajo esté dorado, apagamos el fuego, retiramos los ajos y reservamos.












Sacamos el bacalao del horno.




Servimos los trozos de bacalao con las papas, colocamos unos dientes de ajo dorados y regamos con el aceite que teníamos reservado.









Comentarios

  1. Una maravilla de receta Marga ¡me ha encantado! ¡igual que conocer tu blog! Me verás por aquí a menudo

    ¡Besos mil!
    http://losdulcessecretosdecuca.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar
  2. En casa tambien nos encanta el bacalao. Y así cocinado esta super rico! Un besazo guapa!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario