Roscón de Carnavales (King cake de Mardi Gras)





Este año no sé qué pasó con el roscón de Reyes que todos nos quedamos con ganas de más. Así que me acordé de que en Nueva Orleans preparaban algo parecido para el Mardi Gras. Ya os hablé mucho de esta celebración en la entrada de la ensalada de Carnavales ("Mardi Gras slaw"). El Mardi Gras (que se traduciría como martes grasiento) sería nuestro martes de carnaval. Allí empiezan las celebraciones de carnaval el día de Reyes y terminan ese día con grandes desfiles. Durante todo ese periodo comen el king cake, una especie de roscón glaseado decorado con azúcar en los colores de Mardi Gras (oro, verde y púrpura).

Su origen está en el gâteau des rois (que es el equivalente francés al roscón de reyes), que introdujeron los franceses en Louisiana. Poco a poco allí se fue volviendo algo típico del carnaval y acabo cambiando su forma interior. Ha habido otras variaciones, como os contaba en la receta de cuadraditos de Louisiana.


Todo han sido casualidades últimamente, así que estaba pensando en hacer un  King Cake cuando me llegó la revista Cook´s Country con él como tarta estrella. Como podéis ver en la foto, aunque por fuera parece un roscón, por dentro es más parecido a una caracola de bollería. Y, ya veréis, su elaboración es muy similar a la de las caracolas de canela y frutas pasas.



Y, siguiendo con las casualidades, cuando ya había preparado el king cake, me pongo a ver las serie Treme, que tenía pendiente hace mucho tiempo (por recomendación de varios amigos en facebook). No sabía de qué iba y resulta que está centrada en el Nueva Orleans de después del huracán Katrina. La serie está muy bien, pero no termina de engancharme porque hay demasiada música. Ya sé que es lo que más le gusta a la gente de ella, pero es que quita mucho tiempo de cada episodio y no deja que se desarrolle la trama.

El caso es que el Mardi Gras está muy presente en Treme. Os dejo fotografías de unas cuantas escenas, de la primera temporada de la serie, donde podéis ver las celebraciones con los collares y los colores típicos (de los que os hablaba en la entrada de la ensalada de Carnavales).








Pues en la segunda temporada, a una de las protagonistas, que es cocinera y vive ahora en Nueva York, le mandan un king cake y le dan una alegría tremenda. Yo no me lo podía creer: mi receta pendiente de publicar y el roscón y sus colores por todas partes.




Yo hice esta receta en la máquina de pan, pero no hay ninguna dificulta en hacerla a mano. Doy las indicaciones para hacer la masa de ambas formas.

Utilicé un molde de bizcocho con una forma muy bonita. Al ser tan irregular, el dibujo de caracola no me quedó muy redondo. Yo creo que valió la pena perder algo de la forma de caracola y ganar en el aspecto del roscón. En cualquier caso, si queréis más forma interior, debéis usar un molde más simple.

Con esta cantidad de ingredientes me salió un roscón grande y uno pequeño. Podéis hacer también dos medianos o uno muy grande.



Ingredientes
Masa:
Una taza (250 ml) de leche
125 g de mantequilla a temperatura ambiente
10 g de levadura rápida de panadería
100 g de azúcar glass (o blanquilla)
600g de harina de fuerza
Una cucharadita de sal
3 huevos

Relleno:
100 g de nueces
2-4 cucharadas de canela molida (según gusto)
150 g de azúcar moreno

Decoración:
200 g de azúcar glass
3-4 cucharadas de leche
Unas gotitas de vainilla líquida
Una cucharada de azúcar de cada color (púrpura, verde y amarillo)







Echamos los ingredientes de la masa, en el orden en el que aparecen en la lista, en la máquina de pan y elegimos el programa de amasado.
Si queremos hacerla a mano, templamos la leche con la mantequilla. Añadimos el azúcar y la levadura de panadería. En un bol ponemos la harina de fuerza y la sal. Hacemos un agujero y echamos la mezcla de la leche. Amasamos un poco, añadimos los huevo y seguimos amasando. Dejamos reposar, cubierta por papel film en un sitio cálido, hasta que doble su volumen.











Nos quedan los ingredientes del relleno y la decoración. Mientras esperamos, podemos empezar a preparar el relleno. Es muy simple.




Tenemos las nueces, el azúcar moreno y la canela.




Picamos las nueces. Se pueden hacer trozos grandes o bastante molidas. Yo hice trozos grandes para encontrarlos, pero si queremos que la espiral quede más marcado deberíamos casi molerlas.






Tostamos un poco las nueces en una sartén hasta que empiezan a desprender aroma. Hay que tener cuidado de no dorarlas de más.






Apagamos y añadimos el azúcar y la canela. Mezclamos y reservamos.


 
Una vez tenemos la masa hecha y ha crecido, la echamos en la superficie de trabajo enharinada. Estiramos la masa con el rodillo, hasta obtener un rectángulo alargado. Si es necesario, espolvoreamos un poco de harina sobre la masa para estirar.
Después echamos la mezcla de nueces, azúcar moreno y canela por encima de la masa. Si queremos, podemos rellenar los huecos libres espolvoreando más canela.

Enrollamos la masa a lo largo, de manera que nos queda como un salchichón. 
















Untamos de mantequilla el molde que vamos a usar. Cortamos nuestro rollo de masa del tamaño del mismo. También podíamos haberlo medido antes y haber hecho el rollo ya de ese tamaño. A mí no se me ocurrió, pero no me importó (así hice otro roscón pequeño que regalé).









Sellamos el roscón humedeciendo los bordes de la masa y juntando.




Trasladamos el roscón al molde con cuidado. Yo lo puse sobre una base de aluminio y le di la vuelta como a una tortilla. Hay que tener cuidado de que la parte del cierre (de cuando lo enrollamos) quede hacia arriba, para que luego quede más bonito al darle la vuelta.






Dejamos reposar de nuevo en un lugar cálido hasta que doble su volumen. Yo lo tuve en el horno a 25ºC una hora.




Con la masa que me sobró hice otro roscón pequeño.






Así estaban mis roscones después de levar una hora.







Los saqué del horno y subí la temperatura del mismo a 175ºC. Mientras los dejé en un sitio cálido (cerca de un radiador).

Cuando esté el horno caliente, lo volvemos a mete. El pequeño estuvo listo en unos 15 minutos y el grande en unos 25. Al clavar un palillo en el centro tiene que salir seco. Si vemos que se nos quema de más y no está hecho, podemos poner un poco de papel de hornear por encima.






Dejamos reposar 10 minutos y les damos la vuelta con un movimiento enérgico. Esperamos a que enfríen para decorar.






Una vez que está frío, mezclamos el azúcar glass con la leche y la vainilla. Si vemos que nos queda la glasa muy muy espesa, podemos echar un poco más de leche. Hay que echar poco a poco para no dejarla líquida.





Con una cuchara, vertemos la glasa sobre el roscón.



Espolvoreamos con el azúcar de colores. Yo eché la mitad del verde en un lado y la otra mitad en el otro. A continuación puse la mitad del morado en cada lado y, en los espacios restantes, el amarillo. El resultado es muy alegre y llamativo.




Podéis ver en unos cortes como queda la espiral de nueces.










Y os dejo con más fotos de mi King cake. ¡Felices Carnavales!






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