Bocaditos de chocolate con pistachos y palitos salados





Es una suerte ser bloguera. Los de chocolate Valor me mandaron una selección de sus nuevos chocolates de postre para que los probara. Ya me estaba faltando tiempo, así que hoy preparé unos bocaditos de chocolate muy fáciles, pero que han quedado muy ricos. A mí hijo le encanta la combinación del chocolate con salado, así que decidí ponerles pistachos (que son sus frutos secos favoritos) y palitos salados.

Podéis poner cualquier combinación que os guste, por ejemplo nueces con pasas o trocitos de galleta con nubes. Lo importante es mezclar dos ingredientes que hagan un poco de contraste.

Yo lo hice en moldes de mini muffins, pero se puede hacer una plancha sobre papel de hornear y partir en trozos irregulares.


No sé si es el chocolate que usé o la combinación de sabores, pero estos bocaditos están espectaculares. Muy muy pronto los voy a volver a hacer. Si tenéis alguna merienda o cena y los lleváis, os aseguro que vais a triunfar. Además, son increíblemente fáciles y se hacen en un momento.


 
Ingredientes:
200 g de chocolate postres
50 g de pistachos
24 palitos salados




Troceamos el chocolate. Pelamos los pistachos y partimos los palitos en trozos de distintos tamaños.







Derretimos 2/3 del chocolate (130 g) al baño maría, sin que el agua toque la cazuela superior. 






Sacamos del fuego, y del contenedor inferior con el agua caliente, y añadimos el resto del chocolate en trozos. Revolvemos continuamente hasta que se disuelve completamente y quede una pasta lisa y brillante. El chocolate debe haberse enfriado al incorporar el nuevo. Sabemos que tiene la temperatura adecuada si al colocar una gotita sobre nuestro labio inferior lo notamos frío. Si no está frío, revolvemos un poco más hasta que baja la temperatura.






Echamos una pequeña cantidad en el fondo de cada molde. Colocamos los pistachos y los palitos encima, apretando un poco para que se hundan levemente.












Metemos 10 minutos en el congelador. Si lo metemos más tiempo, se estropearía. 




Desmoldamos y servimos. Para desmoldar, basta con meter la punta de un cuchillo un poquito por un lado y ya se despega solo.

 












Los podemos conservar en un bote hermético o en una bolsa de celofán fuera de la nevera.


 



Comentarios