Aunque estoy un poco vaga para escribir, quería dejaros esta receta antes de que terminara agosto. Es muy fácil y tuvo un éxito total en casa. Es la versión sabor vainilla del helado de dulce de leche que publiqué el año pasado. Lo único que hice fue ponerle una base de Oreo, trocitos de Oreo por el medio y mini Oreo por encima.
De todas maneras, los que me seguís en las redes sociales (facebook, twitter, pinterest, instagram y flickr) sabéis que no he parado de preparar dulces. Lo que pasa es que a mi familia le encantan mis recetas más clásicas, como el NY Cheesecake "Doli", la tarta de almendra, el bizcochón de chocolate y la torta de maíz. Así que me dedico a repetirlas una y otra vez.
Ingredientes:
16 galletas Oreo
2 cucharadas de mantequilla
500 ml de nata líquida (mínimo 35% de materia grasa)
500 g de leche condensada
1/2 cucharadita de vainilla en polvo
48 galletas mini Oreo (aproximadamente)
Batimos la nata muy fría con la vainilla. Cuando empiece a espesar, añadimos la leche condensada y batimos un poco más. Tiene que quedar espeso, pero sin pasarse, porque podría cortarse. Guardamos en el congelador.
Derretimos la mantequilla y mezclamos con las galletas Oreo molidas. Yo lo hice todo en la Thermomix (derritiendo primero la mantequilla 2 minutos a 100 grados y ,después, quitando el calor y triturando las galletas allí mismo). Se hace perfectamente derritiendo la mantequilla en una sartén y pulverizando las galletas metidas en una bolsa de plástico, pasándoles un rodillo por encima.
Forramos un molde rectángular con papel de hornear. Cubrimos con la base de galletas, aplastando bien con las manos.
Sacamos el helado de la nevera y le añadimos 30 mini Oreo. Echamos el helado encima de la base. Metemos en el congelador.
Cuando empieza a endurecer, una hora más tarde, colocamos las restantes galletitas por encima.
Volvemos a meter en el congelador hasta el momento de servir.
Cuando vayamos a comer, sacamos del congelador y quitamos el papel.
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