Yo no soy muy de sopas, pero hoy me entraron ganas de una de verduras. Miré en mi nevera y me encontré un ramillete de apio (que estaba empezando a ponerse malo), unas zanahorias y un poco de brécol congelado. Además, tenía un tetrabrik de caldo de cocido. Así que con estos poquitos ingredientes hice una sopa que me quedó riquísima y muy ligera.
Esta receta se puede hacer vegana, sustituyendo el caldo de cocido por caldo de verduras.
Ingredientes:
500 g de zanahorias
Un ramillete de apio
2 cucharadas de aceite de oliva
Un litro de caldo (de cocido, pollo o verduras)
500 g de brécol congelado
Limpiamos las zanahorias y las rallamos. Yo usé mi accesorio de la Kitchen Aid, pero se puede usar cualquier otro rallador (eléctrico o manual).
Quitamos las hebras de fuera a las ramas de apio. Separamos las hojas y rallamos los tallos.
Ponemos en una cazuela las dos cucharadas de aceite. Cuando el aceite está caliente, echamos las zanahorias y el apio rallado. Rehogamos durante 5 minutos.
Añadimos el caldo. Cuando hierve, añadimos el brécol y las hojas de apio. Dejamos hacer a fuego lento, tapada, durante una media hora (hasta que el brécol esté tierno).
Servimos bien caliente. Podemos aderezar con una ramita de cilántro o perejil.
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