Galletas veganas con sabor a baklava





Esta receta es muy simple. Las últimas galletas que publiqué, los mantecados veganos de maíz con piñones, se las regalé a una amiga. En casa solo comimos unas poquitas y nos quedamos con ganas de más, de tanto que nos gustaron. Ya sabéis que no soy muy de repetir recetas, así que decidí, siguiendo la misma base, experimentar con otro sabor.

Como tenía en casa pistachos pelados y esencia de azahar, que son dos de los ingredientes básicos de los riquísimos baklava (pastelitos árabes de los que también tenéis la receta en el blog), se me ocurrió que podía intentar darles ese sabor. Tal vez influyó el hecho de que he estado unos días en Barcelona, donde hay algunas pastelerías árabes buenísimas. Fuese el motivo que fuese, el resultado es espectacular. No puedo parar de comer estas galletitas…
Para que recuerden más a los baklava, los recorté con la misma forma de rombo que tienen éstos.





Si no tenéis pistachos o aroma de azahar, podéis poner otros frutos secos y un poco de ralladura de naranja. También podéis sustituir los frutos secos por mantequilla de cacahuete o tahina.

Son muy fáciles y rápidas de hacer. No se necesita ningún aparato especial, sólo algo con lo que moler los pistachos, si no los comparamos ya molidos.



Ingredientes:
Una taza (150 g) de pistachos pelados
2-3 cucharadas de sirope de agave
2 tazas de harina integral de trigo
Una taza (250 ml) de aceite de maíz
3 cucharas de azúcar panela (o azúcar moreno)
2 cucharaditas de esencia de azahar





Encendemos el horno a 175º C.

Picamos los pistachos con una picadora, molinillo o Thermomix. Reservamos un par de cucharadas y los mezclamos con 2 cucharadas de sirope de agave.










Añadimos media taza de aceite a los pistachos. Si tenemos picadora o Thermomix, seguimos pulverizando hasta que se nos hace una mantequilla. Si no tenemos, no pasa nada. Lo mezclamos y ya está.






Ponemos en un bol la harina, con el azúcar. Incorporamos la mezcla de pistachos con aceite, el resto del aceite y el azahar. Mezclamos hasta obtener una masa homogénea.












Cubrimos una fuente de horno con papel de hornear. Echamos la masa y extendemos. Yo extendí con las manos, porque no es importante ni que quede fino ni muy liso. Lo que sí debemos hacer es intentar que quede con forma rectangular. Cubrimos con la mezcla de pistachos y agave. Si queremos, podemos echar otra cucharadita de sirope de agave por encima para cubrir huecos. Con un cuchillo cortamos en forma de rombos. Para ello, primero hacemos las diagonales en ambos sentidos.












Metemos en el horno 10 minutos, hasta que se empiezan a dorar. Al sacarlos, repasamos con el cuchillo todos los rombos, para que queden separados. Es importante que dejemos enfriar las galletas sin separar sobre la bandeja de hornear. Si las retiramos cuando están aún calientes, se podrían romper.










Una vez frías, separamos y ¡a comer! Podemos conservarlas varios días en un bote hermético. Yo creo que al día siguiente están todavía más ricas.














Comentarios

  1. Estaba esperando esta receta desde que la pusiste en facebook. Me la guardo para probarla sí o sí... esta y la de los mantecados :)
    besos

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    1. No había visto este comentario. Lo siento. Los probaste?

      Un beso

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  2. Hola. Se podría cambiar el aceite de maíz por aceite de coco, o de oliva muy suave? Esta receta tiene una pinta deliciosa, y es facilísima. Gracias.

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    1. Sí, claro. Sin problemas. La verdad es que quedan muy ricas. Un beso

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