Almendrados








Quería hacer unos almendrados, pero que tuvieran un poco más de consistencia que la habitual, en este tipo de dulces. En muchas zonas de España son típicos los almendrados, hechos solo con almendra, huevo y azúcar. Son parecidos al mazapán o a la tarta de almendra, pero con la almendra picada más gruesa. Yo he hecho la tarta de almendra en versión pastelitos y salen, básicamente,
almendrados.




También en muchas partes de Francia, como la ciudad de Nancy, son típicos los almendrados. En Francia a los almendrados se les llama macarons. Ahora se han puesto muy de moda unos macarons aromatizados de algún sabor y teñidos de colores, unidos de dos en dos por una crema. Esto que nos parece tan actual, es una creación de principios del siglo XX, de la pastelería francesa Ladurée. Pero, de repente, algo se pone de moda sin que sepamos muy bien la razón. La verdad es que ese tipo de macaron está buenísimo. Incluso los que venden en los McCafé de McDonalds están ricos, especialmente los de chocolate. En Tenerife hay un McCafé en la Plaza de España de Santa Cruz y en Madrid en la Plaza de Callao/Gran Via. Hay muy pocos en España. Si tenéis alguno cerca, os recomiendo que os deis un salto y os toméis unos macarons.

Pero a mí me apetecía hacer unos almendrados más tipo pastas. Están las típicas perronillas, que están tan buenas, aunque algo pesadas al llevar manteca de cerdo. Quería algo menos contundente. Además, iba a preparar más cosas para tomar con el café y quería que la gente probara de todo.




Al final, encontré una receta en el libro “Cookies”, de la colección de Williams-Sonoma (que me gusta tanto). Le hice algún cambio mínimo y el resultado fue excelente. Justo lo que yo quería. Además, son facilísimas de hacer. No se necesita ni batidora. Con un bol y una cuchara de madera se hace toda la mezcla. Darles la forma también es muy sencillo. Y el horneado, sin problemas.




Los almendrados se pueden aromatizar con lo que más os guste. Yo eché agua de azahar, canela y zumo de limón. Iba a poner extracto de vainilla, pero al final no lo hice. Se puede poner también un chorrito de oporto o de cualquier otro licor.


Ingredientes:
100 g de almendras marcona + almendras para decorar
125 g de azúcar
250 g de mantequilla
300 g de harina
2 cucharaditas de levadura Royal
¼ cucharadita de sal
Un huevo
Una cucharadita de agua de azahar (opcional)
Una cucharadita de canela en polvo (opcional)
Una cucharada de zumo de limón (opcional)




Picamos las almendras con el azúcar. Si no tenemos robot de cocina, ni Thermomix, podemos comprar las almendras ya picadas y mezclarlas con el azúcar.




Derretimos la mantequilla y la añadimos a las almendras. Mezclamos con una cuchara de madera.




Añadimos el agua de azahar, la canela y el zumo de limón. Echamos la harina, la sal y la levadura. Los incorporamos bien a la mezcla.






Encendemos el horno a 150º.

Hacemos bolitas con la masa. Las ponemos en una bandeja de horno cubierta con papel de hornear. Las colocamos separadas unas de otras unos 3 cm. 




Las aplastamos con la mano. A mí me gusta que queden irregulares. Si quisiéramos que quedaran uniformes, aplastaríamos las bolitas, con las manos, antes de ponerlas en la bandeja. Batimos el huevo y pintamos con él las pastas. 




Colocamos una almendra entera en el centro de cada una.




Las horneamos hasta que estén doradas, aproximadamente 20 minutos.





 


Las dejamos enfriar y después las podemos conservar, hasta una semana, en un envase hermético fuera de la nevera. Salen unas dos docenas de pastas grandes.







Comentarios

  1. Qué fáciles y que ricos. Las voy a hacer pronto. Están genial para tomar con un te.

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    1. Sí, Bertha. Fáciles y ricos. Y se hacen en un momento. Creo que se van a convertir en un clásico de mi cocina.

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  2. Creo que es lo que más se aproxima a lo que estoy buscando... Muchas gracias por compartir tu receta. Un abrazo!

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