Pastel “de dieta” de langostinos





Me encanta inventarme recetas “de dieta” o con ingredientes limitados. Quería hacer un pastel de langostinos (tipo quiche, pero sin base) con muy poca grasa, así que opté por usar leche desnatada.



cómo quería que fuese lo más ligero posible, decidí usar puerro en lugar de cebolla. Para conseguir una consistencia suave, batí las claras a punto de nieve, en lugar de mezclar los huevos enteros.

Creo que el resultado es exquisito, además de ligero y lleno de proteínas.


Ingredientes:
1 kg de langostinos cocidos
12 palitos de cangrejos frescos (no están en la foto)
2 puerros
Una cucharada de aceite de oliva (o de mantequilla)
4 huevos
300 ml leche desnatada
Una cucharadita de nuez moscada




Pelamos los langostinos y reservamos las colas. A mí me gusta encontrar las colas de langostinos enteras, pero también se pueden cortar en trozos.

Encendemos el horno a 150º sin gratinador.

Cortamos los puerros en rodajitas.




En una sartén a fuego muy suave, con el aceite (o la mantequilla, si la dieta lo permite), doramos el puerro. Si no queremos encontrar el puerro en el pastel, podemos triturarlo una vez hecho. A mí me gusta encontrármelo, así que lo dejo tal cual.





Picamos los palitos de cangrejo en trozos pequeñitos.






Separamos las claras de las yemas de los huevos. Batimos las yemas con la nuez moscada. Añadimos la leche hasta que esté bien mezclado. Echamos una pizquita de sal.




Ponemos las claras a punto de nieve. Las incorporamos a la mezcla de yemas y leche.




Añadimos los langostinos, los puerros y el cangrejo.




Incorporamos con cuidado. Echamos la mezcla en un recipiente resistente al horno.




Horneamos 40 minutos.




Apagamos el horno y lo dejamos dentro 10 minutos más.




Os aseguro que nadie se va a enterar de que es de dieta…



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