Cuando yo era pequeña y mi abuela preparaba la cena de Nochebuena, comíamos normalmente coliflor y chicharrones. No sé en el momento en que empezamos a tomar pavo. Mi madre encontró una receta en la revista Hola y lo preparó. Nos gustó tanto que es lo que solemos hacer desde entonces para esa noche. No siempre rellenamos pavo, alguna vez usamos otra ave grande.
En Estados Unidos el pavo lo toman el día de Thanksgiving (Acción de Gracias), que es el cuarto jueves de noviembre. A mí, aunque nunca he pasado esa fiesta allí, me gusta hacer una cena especial con algunos de los platos típicos. Ya sabéis que, para los que nos gusta cocinar, cualquier ocasión es buena para meternos en la cocina. Este año no tenía ganas de trabajar mucho y dije que iba a hacer unos muslos de pavo al horno. Pero mi hijo empezó a protestar, diciendo que él quería un pavo entero. Fui a una tienda de congelados y compré el único que quedaba. Pesaba 7 kilos. Una barbaridad para cenar tres personas, así que invité a unos amigos. Al final acabe preparando el pavo relleno, zanahorias al horno, salsa de arándanos, puré de patata, cornbread (pan de maíz) y tarta de trufa y dulce de leche. Toda la tarde en la cocina. Valió la pena porque fue una cena muy especial y en muy buena compañía.
En Estados Unidos el pavo lo toman el día de Thanksgiving (Acción de Gracias), que es el cuarto jueves de noviembre. A mí, aunque nunca he pasado esa fiesta allí, me gusta hacer una cena especial con algunos de los platos típicos. Ya sabéis que, para los que nos gusta cocinar, cualquier ocasión es buena para meternos en la cocina. Este año no tenía ganas de trabajar mucho y dije que iba a hacer unos muslos de pavo al horno. Pero mi hijo empezó a protestar, diciendo que él quería un pavo entero. Fui a una tienda de congelados y compré el único que quedaba. Pesaba 7 kilos. Una barbaridad para cenar tres personas, así que invité a unos amigos. Al final acabe preparando el pavo relleno, zanahorias al horno, salsa de arándanos, puré de patata, cornbread (pan de maíz) y tarta de trufa y dulce de leche. Toda la tarde en la cocina. Valió la pena porque fue una cena muy especial y en muy buena compañía.
Ingredientes:
1 pavo mediano/grande (El mio pesaba 7 kilos)
100g. ciruelas pasas (mejor sin hueso)
100g. orejones albaricoque
50 g de dátiles
50 g. de uvas pasas sin hueso
50g. piñones
Un poquito de coñac o brandy
3 cucharadas de aceite de oliva
1 cebolla pequeña
400 g. de carne picada (mezcla cerdo y ternera)
200 g. Salchichas blancas
100 g. jamón serrano
2 manzanas peladas en trozos
1 pavo mediano/grande (El mio pesaba 7 kilos)
100g. ciruelas pasas (mejor sin hueso)
100g. orejones albaricoque
50 g de dátiles
50 g. de uvas pasas sin hueso
50g. piñones
Un poquito de coñac o brandy
3 cucharadas de aceite de oliva
1 cebolla pequeña
400 g. de carne picada (mezcla cerdo y ternera)
200 g. Salchichas blancas
100 g. jamón serrano
2 manzanas peladas en trozos
Ponemos a remojo el día anterior las ciruelas, los orejones, los dátiles y las uvas pasas. Si no nos acordamos, no pasa nada, los ponemos un rato mientras preparamos la carne.
Encendemos el horno a 160º sin gratinador.
Limpiamos el pavo y quemamos todos los restos de plumas. Si tiene el higado, lo reservamos. Rociamos el pavo con coñac.
Picamos el jamón. Yo lo hago con unas tijeras. Pelamos las manzanas y las partimos en trozos.
Picamos la cebolla y la rehogamos en una sartén con tres cucharadas de aceite.
Cuando la cebolla está transparente y empieza a dorarse, echamos la carne picada, el jamón y las salchichas. Si tenemos higaditos, también los echamos.
Cuando está casi hecho, incorporamos las ciruelas, orejones y pasas bien escurridos. También los piñones y las manzanas. Rehogamos unos minutos más.
Rellenamos con esto el pavo y lo cosemos para que no salga el relleno.
Lo colocamos en una fuente de horno, sin engrasar.
Lo metemos al horno, cubierto por arriba con papel de hornear y sobre unos tres dedos de agua. Se calculan a horno suave 30-40 minutos por cada kilo de peso. Así, si pesa 7 kg son entre 210 y 280 minutos, es decir, unas 4 horas. El agua en el fondo de la bandeja es para que se forme una salsa con los jugos que va soltando.
Quitamos el papel, rociamos con un poco más de coñac. Atamos los muslos y ponemos unos palillos para sujetar las alas. Subimos el horno a 200º y lo dejamos entre 30 y 45 minutos, hasta que esté completamente dorado. Si tenemos termómetro de carne podemos comprobar si ha alcanzado la temperatura de pavo asado.
Es más cómodo servirlo ya cortado. Separamos los muslos y las alas. Retiramos las pechugas del hueso y las cortamos en lonchas.
El jugo que ha formado en la fuente de horno lo servimos, colado, en una salsera.
El jugo que ha formado en la fuente de horno lo servimos, colado, en una salsera.
Además, lo acompañamos de puré de patata y de alguna verdura. Esta vez yo hice zanahorias al horno. También preparé salsa de arándanos, que es muy típica en Estados Unidos.
(Esta receta fue publicada en el blog el 3 de enero de 2013 y modificada el 1 de diciembre de 2013)
Ay, ay, ay... que alguien va a ir al infierno por pecar de gula... y me temo que voy a ir acompañado por la gente de este blog :-)
ResponderEliminarA mí me han dado ya pase directo ;-)
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